La neutralidad de la Red no es del agrado de Donald Trump pero cargársela de golpe sería muy evidente, por lo que el mandatario estadounidense está moviendo los hilos necesarios para ir recortándola de forma sutil. Muestra de ello es el último movimiento de la Comisión Federal de Comunicaciones (la FCC) organismo que regula el sector y a los proveedores de Internet, y que depende del Republicano Ajit Pai, considerado por muchos como el hombre más odidiado de Internet.
Este organismo se encarga periódicamente de revisar el despliegue de la banda ancha fija, para comprobar que llega al mayor número de estadounidenses de manera razonable. En su último informe, datado en 2015, la FCC concluía que había que promover la inversión en mejores infraestructuras y que aún quedaba mucho por hacer para que Internet llegara a todos los hogares estadounidenses, sobre todo los ubicados en zonas rurales.
En su informe la FCC también hablaba del internet móvil, pero no lo consideraba un sustitutivo de la banda ancha fija, por sus evidentes limitaciones y capacidad respecto a ésta.
La FCC republicana: “Everything is ok”
Ahora, dos años después, la FCC va a volver a revisar el despliegue de banda ancha, y todo hace presagiar que el enfoque republicano será diferente. Algunas fuentes del gobierno de Trump opinan que el Internet de alta velocidad está llegando a todos los estadounidenses de manera proporcionada, por lo que de ahora en adelante se invertirán menos recursos en su despliegue.
Es más, afirman que la banda ancha móvil con velocidades de 10 Mbps de bajada y 1 Mbps de subida es todo lo que uno necesita para conectarse a Internet en condiciones óptimas.
Si se oficializa esta postura, será la primera vez que este organismo establece un estándar de velocidad de banda para las conexiones móviles. Los límites marcados son menos de la mitad del estándar definido para el internet de banda ancha fija, que es de 25 Mbps y 3 Mbps.
Aún así el organismo ha publicado una encuesta para que los ciudadanos estadounidenses aporten ideas que fomenten el despliegue de la banda ancha y para que opinen sobre los obstáculos del mercado y regulatorios que así juicio lo dificultan.
Límites poco claros
En 2015, después de concluir que Internet no estaba llegando a todo el mundo de forma equitativa, la FCC intentó saltarse las leyes estatales que limitan la propagación de la banda ancha municipal pero un tribunal federal de apelaciones se lo impidió.
Y es que el alcance de las facultades de la FCC no está totalmente definido, aunque la ley estadounidense le autoriza a fijar unos costes máximos para el consumidor y a usar “medidas que promuevan la competencia en el mercado local de telecomunicaciones“.
Los republicanos afirman que la voluntad de Trump de desregular el servicio de banda ancha y suprimir la neutralidad de la red ayudará a cumplir con el cometido de la FCC. Los demócratas por su parte dicen que los consumidores que son móviles muchas veces no tienen otra alternativa porque no pueden permitirse una conexión fija y opinan que la banda ancha móvil y fija son complementarias pero no sustitutivas.
Vía | Ars Tecnica
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