Blockchain por aquí, blockchain por allá. No nos cansamos de leer (y un servidor, de contarles) las bondades de las cadenas de bloques más allá del bitcoin, con aplicaciones que van desde la logística hasta las transferencias bancarias, pasando por salvar vidas al mejorar la trazabilidad de los alimentos que consumimos. Un sinfín de posibilidades, qué duda cabe, pero que hoy por hoy no son más que esbozos sobre el papel.
Así lo asegura la firma de análisis Gartner, en un estudio que supone todo un jarro de agua fría para los gurús que pronosticaban un futuro inmediato basado en blockchain. De acuerdo a los datos facilitados por esta consultora, apenas el 1% de las grandes compañías a escala mundial ha adoptado esta tecnología en su seno y únicamente el 8% tiene planificado hacerlo a corto plazo. Incluso podemos ir más allá: el 77% de los CIO encuestados por esta casa de investigación reconoce que su empresa no tiene interés alguno en el blockchain y no se plantea ningún proyecto en esta línea.
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“Es una evidencia factual sobre el estado masivamente publicitado de la adopción e implementación de blockchain”, señala el documento de Gartner, el cual también alerta de que apresurarse en implementaciones de blockchain sin estudiar bien el caso de uso puede llevar a “problemas importantes de innovación fallida, inversión desperdiciada, decisiones erróneas e incluso el rechazo de una tecnología que puede cambiar el futuro”.
Dicho de otro modo: no se duda del potencial de las cadenas de bloques, pero sí se considera que el ‘boom’ que actualmente vivimos está completamente sobredimensionado. “El blockchain sigue en el pico de las expectativas infladas del ciclo del hype tecnológico”, concluye Gartner.
¿En qué áreas podemos ver una implementación real más temprana del blockchain? Si nos atenemos a los datos facilitados por estos analistas, las industrias que se subirán primero a esta particular carrera serán aquellas relacionadas con las telecomunicaciones (principalmente por su interés en controlar la infraestructura subyacente), los seguros o los servicios financieros. Eso sí, que nadie quite el ojo a las compañías de transporte o la Administración Pública, que parecen haber visto en el blockchain la oportunidad perfecta para mejorar la eficiencia de sus procesos y las cadenas de suministro.
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