Hace ya tiempo que venimos oyendo acerca de la próxima generación de conectividad móvil, el 5G, llamada a revolucionar todos los sectores, las comunicaciones y a tener un impacto económico, sólo en España, de cerca de 14.600 millones de euros de cara a 2025.
Aunque varios informes apuntan a que la llegada de esta nueva señal inalámbrica empezará en 2020, al menos en las economías desarrolladas, en el pequeño estado de San Marino esperan poder hacer pronto las primera pruebas con ella.
Y es que se ha escrito tanto sobre el 5G y sus posibilidades que hay prisas por comprobar hasta qué punto esta red cumplirá todo lo que promete (será 100 veces más rápido que los sistemas inalámbricos actuales).
Unido a este hype está la pura necesidad: dentro de unos años habrá tal cantidad de dispositivos conectados que su funcionamiento sólo será viable con una estructura mucho potente y rápida que la actual.
Aunque ya hemos visto qué posibilidades a nivel usuario ofrecerá el 5G, cuesta más imaginar los efectos que tendrá a nivel industrial su despliegue, teniendo en cuenta los cambios que ya ha habido hasta ahora con señales inalámbricas más pequeñas.
Más que hablar de servicios conceptos, lo que sí podemos afirmar a día de hoy es que la llegada de esta red tendrá estas consecuencias “globales”:
Habrá vencedores y vencidos
Como ocurre con la llegada de cualquier tecnología, el 5G hará que ciertas industrias y empresas salgan fortalecidas, mientras que otras se verán gravemente perjudicadas e incluso desaparecerán. El despliegue del 5G afectará a la infraestructura de organizaciones que no podrán adaptarse a ella.
Uno de los sectores que se va a subir a la ola de la nueva generación de conectividad es sin duda el del motor. Ya empezamos a ver sus efectos, con los primeros sistemas de automoción (aún muy incipientes) y con los vehículos conectados, pero esto es sólo el principio de lo que esta industria ofrecerá en los próximos años, apoyada en el 5G. Los fabricantes de dispositivos con Internet de las Cosas también tienen un futuro prometedor; el gran objetivo a corto plazo será lograr la intercomunicación entre ellos.
Del otro lado estarán las compañías telefónicas. Su servicio por cable perderá usuarios progresivamente, ya que estos optarán por una conexión inalámbrica de alta velocidad y sin interferencias. La industria del entretenimiento tradicional como el cine también podría verse afectada, con la amenaza de la realidad aumentada y la virtual.
Fin del horario laboral estándar
Aunque ya empezamos a ver los efectos que ha traído la conectividad al mundo laboral, como la extensión de los horarios o el trabajo en remoto, con la próxima generación de conectividad móvil estos podrían verse incrementados. Cada vez habrá más profesionales que trabajen desde casa o a distancia, pero esto diluirá aún más los horarios – la jornada de 8 a 5 será algo del pasado – y las empresas optarán cada vez más por contratar freelancers y no por personal en plantilla.
Las grandes empresas, las más beneficiadas
En principio se supone que las grandes empresas están mejor posicionadas para adaptarse al despliegue del 5G, en gran medida por una cuestión presupuestaria, ya que la transición va a ser costosa y no todas las organizaciones podrán permitírselo. Por ello, durante un tiempo veremos aumentar aún más la distancia entre grandes y pequeñas. Pero si estas son inteligentes, le sacarán todo el partido a la infraestructura que ya tienen hoy para que el 4G (que seguirá estando operativo) les permita defenderse y seguir funcionando durante un tiempo, hasta que puedan invertir en la nueva conectividad móvil.
Vía | TNW
No lo tome a mal pero para mí es muy corto el resume del alcance del 5g aún falta hablar de los sitio en donde se maneja 2g cómo premium, que efectos tendrá en la conectividad de servicios de datos será más costosos, habrá un avance en tecnología o solo un servicio con que sacar más pasta al usuario por velocidad de ver fotos feas en redes