A principios de esta semana, y al calor de todo el escándalo de privacidad provocado por la relación de Facebook con la firma Cambridge Analytica, nació la campaña #DeleteFacebook. Creada por el cofundador de WhatsApp (posteriormente adquirida por el gigante de las redes sociales), Brian Acton, esta iniciativa defiende la eliminación de las cuentas y páginas que todos tenemos en esta plataforma en protesta por esta clase de prácticas y con el fin de evitar seguir facilitando datos personales a un conglomerado que ha demostrado ser incapaz de protegerlos.
Además de convertirse rápidamente en Trending Topic en Twitter, la campaña también ha obtenido el respaldo ni más ni menos que de Elon Musk, el excéntrico consejero delegado de Tesla y SpaceX, entre otras aventuras empresariales más o menos ruinosas. En varios hilos en la red del pájaro azul, el líder ha bromeado con los internautas y ha confirmado que sus compañías abandonarían Facebook.
Facebook y Cambridge Analytica: todas las claves para comprender el escándalo
En primer lugar, Musk ha contestado a un usuario en el marco del hashtag #DeleteFacebook, preguntándole directamente “qué era eso de Facebook”. Obviamente, suponemos que el directivo conoce la existencia y el funcionamiento de esta red social, pero acto seguido ha continuado respondiendo a otros usuarios que le pedían eliminar las páginas que sus empresas mantienen en esa plataforma..
“No me di cuenta de que había esas páginas. Lo haré”, adelantó el directivo, quien además publicó otro tuit confirmando que sus perfiles “se veían algo cojos de todos modos”.
Dicho y hecho: las páginas de SpaceX (con 2,7 millones de seguidores) y Tesla fueron suspendidas a las pocas horas, pese a que ambas eran bastante activas en los últimos tiempos. Incluso la firma aeroespacial empleó Facebook para mostrar en directo los lanzamientos de sus últimos cohetes.
Recordemos que la firma británica Cambridge Analityca impulsó una aplicación creada por Aleksandr Kogan y llamada «thisisyourdigitallife» (en español, «esta es tu vida digital») mediante Facebook que recopiló en 2014 datos de 277.000 cuentas de forma directa, aunque alcanzó a 50 millones de usuarios a nivel global valiéndose de las laxas condiciones de privacidad de la plataforma.
La consultora compró los datos de los usuarios analizados por la app, a los que pagó entre 2 y 5 dólares para responder a cuestiones sobre sus inclinaciones políticas con una supuesta vocación de análisis académico. Sin embargo, la información sirvió para crear perfiles de votantes y personalizar los contenidos que les llegaban online, incluyendo aquellos destinados a favorecer la campaña electoral de Donald Trump.
Hola Alberto, Facebook ha demostrado que no se salva de su “espionaje” ni los más altos cargos.
Este escándalo sólo deja en evidencia el descontento, tanto social como de marcas, por las acciones llevadas a cabo de la empresa de Zuckerberg. Veremos si no le siguen muchas más marcas y usuarios a la acción de Elon Musk.