Los beneficios estratégicos que el branding puede implicar para las nuevas startups son casi infinitos. Esta noción alude al proceso de construcción de una marca, siguiendo una estrategia a para gestionar los activos vinculados, ya sea de manera directa o indirecta, al nombre comercial y a los correspondientes logotipos o símbolos.
Los elementos visuales influyen en el valor de la marca y en el comportamiento de los clientes. Si una startup consigue tener un valor elevado, una identidad corporativa potente y un buen posicionamiento en el mercado será una fuente de ingresos estable y segura a largo plazo. Para ello, el branding es la táctica para resaltar el poder de una marca, especialmente sus valores intangibles como la singularidad y la credibilidad, que permiten diferenciarse de la competencia y causar un impacto único en el mercado.
¿Qué es eso del debranding y cuál es su fórmula para enganchar al consumidor?
Así, el branding es una herramienta fundamental para todas esas nuevas empresas con un enfoque creativo e innovador y que desean hacerse un hueco en el ecosistema empresarial.
Claves del branding para startups
- El branding no es solo el nombre: Aunque el naming es fundamental, el branding abarca mucho más que el nombre o el diseño, constituyendo una estrategia sólida que permite presentar una promesa clara a un segmento de público fiel.
- El posicionamiento de marca es el corazón de las ventas: La comercialización depende en una medida enorme de la construcción de la identidad corporativa y la medición de las percepciones de los usuarios. Aunque a muchos el concepto les resulte abstracto, el branding es la brújula para construir una relación fuerte en las comunicaciones con los clientes.
- Puedes motivar e influir en el comportamiento de los clientes: Si una marca les ofrece contenido relevante, una promesa que contenga un vínculo emotivo y una personalidad atractiva, estarán más dispuestos a apostar por las soluciones que les ofreces frente a la competencia.
- El desarrollo y la implementación de una estrategia de marca perspicaz pone siempre el foco en el cliente objetivo, y es fundamental para dirigirse a los millennials, más desligados de la publicidad convencional pero usuarios habituales y comprometidos con las redes sociales.
- Detectar las emociones más importantes para una marca es básico en el branding, orientándose hacia las necesidades del cliente y el producto o servicio. Habitualmente, la más importantes en la construcción de una marca son la confianza, la autenticidad y la credibilidad. Si consigues suscitarlas, te habrás ganado a los millenials.
- La innovación se refuerza con la creatividad: Si tienes un producto disruptivo o rupturista que pueda mejorar la vida de los usuarios, el branding -a través de estrategias creativas como el “think outside the box”, el brainstorming o la gamificación- puede construir los canales para llegar a tu target y darte a conocer como la mejor solución para sus necesidades.
- Utilizar vehículos eficaces como la narrativa del storytelling es parte del branding actual: Además de las opciones tradicionales, el mundo digital proporciona instrumentos y plataformas ideales para reflejar la personalidad de la marca e interaccionar con tu público, recibiendo feedback e integrando nuevas soluciones creativas en la plantilla, en las dinámicas y en el propio departamento de marketing.
Las startups, cuyos métodos se aplican incluso a las grandes corporaciones, deben tener un posicionamiento de marca definido que les resulte útil para enfrentarse a nuevos retos, ser todavía más creativos, ampliar su presencia en el mercado o detectar nuevas oportunidades de crecimiento.
Vía | Business 2 Community
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