No es de extrañar que teniendo en cuenta el material violento, ilegal o peligroso que pulula por las entrañas de la dark web, a sus vastos fondos hayan llegado triquiñuelas y estafas varias relacionadas con sortear las restricciones impuestas por la pandemia. Mirando hacia Francia, las fuerzas policiales han alertado sobre la compraventa de pruebas con resultado negativo que usuarios adquieren para ser autorizados para viajar.
En concreto, la policía arrestó a siete personas la semana pasada por vender certificados a viajeros en el aeropuerto Charles de Gaulle de París que afirmaban certificar que estaban libres de coronavirus.
No está claro cuántos de los certificados se vendieron, con precios que oscilan en una horquilla entre 180 y 360 dólares. Todavía no se conoce si se trataba de una gran operación o la venta de unos pocos certificados falsificados, pero constituye una nueva prueba de cómo el mercado negro tiene capacidad para socavar la salud pública y frenar los intentos de aplanar la curva de propagación del COVID.
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Los siete sospechosos podrían tener que abonar multas equivalentes a cientos de dólares e incluso enfrentarse cinco años de prisión, pero como informa Business Insider, este no es el único engaño de esta índole destinado a sortear las restricciones propias de la era del COVID-19.
Otro hombre anónimo confesó a The Lancashire Telegraph que empleó un test negativo comprado de coronavirus para viajar a Pakistán, argumentando que resulta difícil para los trabajadores no esenciales programar o pagar las pruebas COVID-19 exigidas por los aeropuertos del Reino Unido, especialmente cuando viajan con poca antelación.
“Simplemente puedes obtener su prueba negativa y cambiar el nombre y la fecha de nacimiento por los tuyos. También pones una fecha de prueba dentro del límite de tiempo requerido”, dijo el hombre. “Descargas el correo electrónico, lo cambias y luego lo imprimes”, apuntaba ilustrando el más que sencillo proceso.
Fuente | Futurism