Dos incidentes informáticos de especial relevancia afectaron al mercado estadounidense durante la jornada de ayer: uno en la Bolsa de Nueva York y otro en la compañía aérea American Airlines. Ninguno de ellos ha tenido que ver, según la versión oficial, con un ciberataque ni un fallo de seguridad.
Alrededor de las cinco de la tarde (hora española) del miércoles, la Bolsa de Nueva York se vio obligada a suspender sus operaciones por culpa de lo que calificó como “fallos técnicos”, que provocaron una detención de su actividad que se prolongó durante casi cuatro horas e hizo suspender importantes negociaciones con las que se pretendía hacer frente a la reciente mala evolución de los mercados asiáticos. El incidente afectó a las cotizaciones, provocando una fuerte caída en las mismas, pese a que el organismo se apresuró a aclarar desde su perfil oficial en Twitter que respondía a “una cuestión técnica interna y no de un ataque informático“, y que si había decidido suspender la negociación era simplemente para ” evitar problemas derivados de esta cuestión técnica”.
Casi en paralelo, un incidente informático obligó a detener todos los vuelos de American Airlines durante varias horas. A la una del mediodía, hora española, un comunicado de la aerolínea informaba, de forma escueta, de que la interrupción afectaba a “todos los vuelos” de la compañía y a “todos los aeropuertos”, y venía provocada por “problemas de automatización”. El suceso llegó a afectar a unos 3.500 vuelos en todo el mundo, no solo operados por United Airlines, sino también por otras compañías.
Al igual que la Bolsa de Nueva York, la compañía aérea también empleó su cuenta de Twitter para comunicar que se trataba de “un problema de conectividad de la red y el restablecimiento de las operaciones de vuelo”, y que los pasajeros afectados podrían cambiar sus vuelos gratuitamente. Es la segunda vez en pocos meses que la aerolínea se ve afectada por un fallo técnico de estas características y, por si fuera poco, en la misma mañana la web del diario New York Times también experimentó una caída temporal.
Según recoge el diario El País, en esa misma mañana el secretario de Interior de EE UU, Jeh Johnson, que participaba en un evento de ciberseguridad, se vio obligado a aclarar que no había pruebas de que los incidentes de United Airlines y el NYSE estuvieran relacionados con un ciberataque.
Estados Unidos se encuentra desde hace tiempo en cierto estado de “ciberalarma permanente”. Incidentes como el ataque y las amenazas recibidas por Sony Pictures las pasadas navidades, coincidiendo con el estreno del polémico filme La entrevista (que parodiaba al régimen totalitario de Corea del Norte) han sido tomados por el gobierno de Obama como asuntos de seguridad nacional.
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