30 alimentos que debes comer para prevenir el cáncer, según la ciencia
Además de medicación o cambios en el estilo de vida, este tipo de enfermedades de carácter crónico exigen modificar la dieta. Hoy repasamos cuáles son los mejores y peores alimentos para comer cuando estás luchando contra una enfermedad autoinmune. Comencemos por los positivos.
Verduras de hoja verde
Si tienes una enfermedad autoinmune, abastecer su refrigerador con verduras de hoja verde como la espinaca, la col rizada, la lechuga y la acelga es ideal gracias a todos los beneficios que brindan estas hortalizas, ricas en antioxidantes y nutrientes específicos que estimulan el sistema inmune como la vitamina C, la vitamina A y el magnesio.
Salmón
Al igual que el salmón es una buena opción para la dieta de una mujer embarazada, lo mismo ocurre con las personas con una enfermedad autoinmune. Se trata de una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3, claves para reducir la inflamación presente en muchas de estas patologías. Este pescado graso también contiene vitamina D, un nutriente relacionado con un menor riesgo de artritis reumatoide (AR), esclerosis múltiple (EM), lupus y otras enfermedades autoinmunes.
Aguacates
En muchas ocasiones hemos reconocido las bondades del aguacate, que aporta desde grasas saludables para el corazón a potasio, múltiples vitaminas o fibra, reduce la grasa abdominal y colesterol malo o disminuye el riesgo de diabetes. Centrándonos en las enfermedades autoinmunes, estudios como este de 2008 encontró que un mayor nivel de potasio ayudó a disminuir el dolor que sienten los pacientes con artritis reumatoide.
Vegetales crucíferos
Las verduras que tu abuela te obliga a comerte, como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y la col, también conocidas como verduras crucíferas, contienen el compuesto antioxidante conocido como glutatión, un compuesto no muy conocido pero con un papel esencial para regular la función inmunitaria y tener un impacto positivo en los efectos de una enfermedad autoinmune, según este estudio de 2009.
Arándanos
Estas frutas conocidas por su preciado valor antioxidante pueden ayudar a los pacientes con esclérosis múltiple, segun un estudio de 2012.
Y también están los alimentos que no deberías consumir, o que al menos, es más recomendable reducir.
Verduras solanáceas
Aunque los tomates, los pimientos, las berenjenas o las patatas son opciones saludables dentro de la dieta, estas solanáceas contienen un grupo de sustancias conocidas como alcaloides. Un estudio de 2010 realizado en ratones con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) mostró que los alcaloides presentes en la patata aumentaron la inflamación intestinal. Por tanto, podrían agravar o empeorar síntomas de las enfermedades autoinmunes.
Productos lácteos
Si tiene una enfermedad autoinmune o ya es sensible a los lácteos, tomar un descanso de la leche, el yogur, el queso o la mantequilla podría ser una buena decisión, ya que para algunas enfermedades son inflamatorios, pueden dañar un sistema digestivo ya sensible y reducir la inmunidad.
Huevos
Un estudio de 2017 mostró que eliminar los huevos de su dieta tiene el potencial de mejorar los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). “Al igual que los lácteos, si alguien tiene sensibilidad a los huevos, puede exacerbar los síntomas autoinmunes o empeorarlos”, dice Bannan.
Alimentos que contienen gluten
Este punto es tal vez harto conocido: evitar los productos que contienen gluten, como el pan, la pasta y la cerveza, es especialmente importante no solo para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, sino para muchas otras enfermedades autoinmunes. Las personas celíacas pueden sufrir dolor abdominal intenso, diarrea, erupciones cutáneas e incluso daño nervioso si no se trata. Siempre es recomendable hacerse pruebas médicas en torno a las intolerancias alimentarias.
Comida azucarada
Aunque las maldades del azúcar no son ningún secreto, un estudio llevado a cabo en 2019 descubrió que una dieta rica en azúcar empeora las enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn y la EM en ratones. Aunque no se puede aplicar directamente el estudio a los resultados en humanos, sí muestra el papel potencial que juega el azúcar en el manejo de enfermedades autoinmunes.
Fuente | Eat This, Not That