Hay muchos cosas imprescindibles que siempre deberías llevar en un vuelo, empezando por el pasaporte y la tarjeta de embarque, claro. Pero hay algo incluso más importante que los cascos o un buen libro para matar el tiempo, la crema solar.
No nos referimos a que tengas que meter la crema de sol en tu equipaje de mano para usarlo nada más llegar a tu destino, siempre deberías ponerte crema solar antes de subirte a un vuelo.
¿A quién no le gusta mirar por la ventana en despegue o aterrizaje? Ver todo en miniatura y admirar los paisajes es parte de la esencia de viajar en avión. No obstante, si no tomas precaución mirar por la ventana del avión en un vuelo de día podría ser peligroso.
“Pese a que las ventanas del avión bloquea la radiación UVB, los rayos UVA aún pueden traspasar“, explicó la dermatóloga Marisa Garshick a Travel + Leisure. A elevadas altitudes los rayos UVA son aún más dañinos, son más intensos y directos.
Así es cómo volar en avión afecta a tu cuerpo y mente
Para entender exactamente cómo de intensos son los rayos UVA en un avión basta con observar los resultados de una investigación llevada a cabo en 2015. El estudio publicado en el diario JAMA Dermatology demostró que a una altitud de 9 km 56 minutos de vuelo equivalen a estar tumbado 20 minutos en un centro de bronceado.
La exposición a rayos UVA puede acelerar el envejecimiento de la piel y causar cáncer. Para protegerte de los rayos UVA en un vuelo Garshick recomienda ponerse crema de sol aproximadamente 30 minutos antes de subirse al avión y recubrirte de nuevo cada 2 horas. La experta también explicó que era necesario usar factor 30 para estar protegido.
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