Parece una fábula macabra, pero es realidad en este país entre el Sudeste asiático y Oceanía. En Indonesia los antimascarillas deberán ayudar a cavar las zanjas de las tumbas de las víctimas de coronavirus, tal y como informa el medio de comunicación local Tribun News.
Hasta el momento, ocho varones se han convertido en improvisados sepultureros para las personas que fallecieron por la COVID-19 en la provincia de Java Oriental, según recoge el diario local The Jakarta Post. Estos hombres han tenido que cavar zanjas durante ocho horas al día en el cementerio público de Cerme, estando exentos de depositar los cadáveres. Un funcionario local revela que en lugares como Gresik (Java Oriental) solamente existen tres enterradores disponibles, por lo que poner a trabajar a estas personas con ellos pretende crear un efecto disuasorio contra el cumplimiento de las normativa.
3 requisitos que tiene que cumplir una mascarilla de tela para ser eficaz
Los requisitos de uso de mascarilla obligatoria o recomendable han despertado manifestaciones multitudinarias de protesta con miles de personas tanto en Estados Unidos como en Europa. A finales de agosto destacó en nuestro país la concentración en Madrid o las marchas negacionistas de Berlín, protestas centradas en rebatir la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios públicos. A la manifestación en la capital alemana acudieron 17.000 personas, 20.000 al mitin posterior.
En Indonesia el uso de mascarillas no es recomendable sino obligatorio, al igual que en España. La región instituyó un mandato nacional para usar máscaras en público en julio como respuesta a las 3.600 muertes registradas en aquel momento, una cifra que ahora ha aumentado a casi 9.000, mientras que ya son 220.000 los contagiados. Sin embargo, no parece que el castigo de cavar tumbas respete la materia de derechos humanos ni ha tenido una acogida positiva en el resto del mundo. En Indonesia tanto la Policía como el Ejército también disuaden a la población de celebrar reuniones en la calle.
“Instamos al público a usar máscaras faciales de acuerdo con los protocolos de salud COVID-19”, dijo el jefe de la policía local en Java Oriental. Además, en Yakarta se obligó a introducirse en ataúdes a aquellos sorprendidos sin mascarillas. El contexto es dantesco: un funcionario cuenta hasta cien para que la persona “aprenda la lección”. Además, cada infractor deberá abonar una sanción de 100.000 rupias -equivalente a 6 euros-, una suma muy elevada eniendo en cuenta que el salario medio es de 250 euros.
Fuente | Futurism