En los últimos meses se ha hablado mucho de las “noticias falsas” pero lo cierto es que desde que internet se convirtió en un medio masivo y en el lugar donde cualquiera puede decir y escribir lo que sea, los bulos y las informaciones manipuladas se han extendido como la pólvora y cada vez resulta más difícil diferenciar lo que es cierto de lo que no.
Las redes sociales tampoco han ayudado en este sentido, más bien al contrario: basta que salte un rumor, para que los retuits y “Me gusta” lo viralicen en cuestión de segundos, sin que los usuarios se detengan un momento a comprobar su veracidad.
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En este sentido, asociaciones de pacientes, colectivos de profesionales sanitarios y periodistas especializados en salud están alertando de la cantidad de información errónea que circula por la red y de la necesidad de aplicar estándares de rigor e independencia a la hora de escribir contenidos sobre enfermedades, consejos para prevenirlas o contenidos similares.
Esta infoxicación (información intoxicada) muchas veces responde, según denuncian estos colectivos, a intereses mediáticos y comerciales. Hay determinadas épocas del año, como invierno o primavera, en que los usuarios buscan información y contenidos sobre ciertas enfermedades (como gripe o alergias) y muchas webs y blogs publican contenidos relacionados sin contar con la opinión de expertos y sin ninguna veracidad.
Las conversaciones en redes sociales sobre ciertas patologías también se ven muy influenciadas por la actualidad, como por ejemplo la crisis del Ébola o la muerte de Rita Barberá, cuando aumentó el interés por los infartos. En estos casos las fuentes oficiales son imprescindibles para que no se cree alarma social ni se de cobertura a bulos o informaciones erróneas.
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Estas denuncias y reclamas han sido incluidas en el Informe eHealth On (EHON), elaborado por la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) y la agencia COM Salud, junto a la Asociación Nacional de Informadores en Salud (ANIS), las principales asociaciones de pacientes y diferentes sociedades científicas e instituciones sanitarias.
Un documento de consenso sobre el tratamiento de la salud en internet, para el que piden mayor objetividad, veracidad, contraste y la inclusión de fuentes oficiales, tanto profesionales sanitarios como pacientes, y hablan de la conveniencia de que los profesionales sanitarios prescriban webs a sus pacientes.
Si quieres consultar el informe completo, puedes descargarlo en este enlace.
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