Entre todas las vitaminas que nuestro organismo necesita -como las del grupo B, la K o la D, esa que tanto faltó durante el confinamiento-, el betacaroteno cobra una gran importancia para fortalecer el sistema inmune, incrementar el número de glóbulos blancos, evitar la oxidación del envejecimiento o prevenir enfermedades como el cáncer, problemas respiratorios o infecciones.
Recomendaciones para cuidar la salud de tu bazo, ese gran desconocido
Aprovechando que ha llegado el otoño, queremos repasar algunos de los alimentos más ricos en betacaroteno: podemos reconocerlos por sus brillantes colores naranjas, rojos e incluso amarillos. Los betacarotenos son pigmentos pertenecientes al grupo de los carotenoides, y se transforman en vitamina A cuando nuestro cuerpo los necesita.
Estas sustancias eliminan el colesterol malo, protegen la piel de quemaduras solares y radicales libres, protegen nuestra vista y ojos de cataratas y otras infecciojnes, mejoran las defensas, fortalecen las mucosas y benefician a los huesos. ¿Qué alimentos debes tomar para obtenerlos?
Al rico boniato
Versátil, rico y dulzón, este primo de la patata abunda en provitamina A, en forma de betacaroteno. Una ración de 200 gramos multiplica por dos las necesidades diarias de esta vitamina clave para la piel, la salud de los ojos el desarrollo de los huesos. También contiene vitaminas C, B6, B5, B1 y B2 y un rico aporte de manganeso, potasio, cobre y hierro en cuanto a minerales. Puedes comerlo asado, en crema, a la plancha, como sustituto de las patatas, relleno…
Calabaza, la reina del otoño
Entre los múltiples beneficios de la calabaza, una de las protagonistas de la estación otoñal, destaca la presencia de este carotenoide que tu organismo transforma en vitamina A: una taza de calabaza cocida aporta el 245% de la ingesta diaria de referencia (RDI) de vitamina A, el 19% de vitamina C, el 16% de potasio o el 11% de cobre, manganeso y vitamina B2. Es clave para tu sistema inmune, el control de peso -debido a su bajo contenido calórico-, rica en nutrientes para la piel e ideal para el corazón.
Hortalizas de color verde oscuro
Las verduras de hoja verde son otra potente fuente de betacaroteno, especialmente las más oscuras como las espinacas, las acelgas, los berros o el brócoli. Cuanto más clorofila y, por lo tanto, más verde es la hoja, mayor proporción de este pigmento antioxidante contienen. Además, suelen ser hortalizas altamente ricas en fibra y minerales como el magnesio o el ácido fólico.
Benditas zanahorias
Las zanahorias plagaban nuestros cuentos infantiles en los que los conejos eran protagonistas y nuestras familias nos recordaban lo buenas que eran estas brillantes y frescas hortalizas para la vista. No era un consejo en vano, ya que se trata del alimento más rico en betacarotenos. Puedes comerla tanto cruda como cocida porque de las dos maneras se asimilan sus propiedades.
Ciruelas, naranjas o plátanos: en las frutas reside el poder
Frutas como los plátanos, las manzanas, las ciruelas, las naranjas, los mangos, los melocotones, las nectarinas, la papaya, los melones o los albaricoques también son excelentes maneras de obtener betacaroteno, ideales para picar entre horas, desayunos, meriendas o cenas ligeras, así como postres. También hay betacaroteno en frutos del bosque y frutas secas como las pasas.