Sólo unos días después de que Amazon, propiedad del hombre más rico del mundo, adelantara a Google y Apple en el ranking de las compañías más valiosas, la publicación en prensa de los planes a corto plazo del gigante del e-commerce ya está teniendo efectos en la Bolsa: las principales empresas de mensajería de EEUU (FedEx y UPS) sufrieron caídas de entre el 3% y el 5% el pasado viernes después de que el Wall Street Journal desvelase los planes de Amazon para irrumpir en el negocio del reparto de paquetes.
Según el periódico, el proyecto (bautizado con el nombre de SWA o ‘Shipping with Amazon’) estaría notablemente avanzado y podría incluso presentarse en las próximas semanas, lo que llevaría a UPS y FedEx no sólo a perder en poco tiempo a su mayor cliente, sino a tener que competir con él. Y Amazon ya ha demostrado que, cuando quiere, es capaz de hacer mucho daño a la competencia, sea cual sea el sector en el que centre su atención. Que se lo pregunten, si no, a las librerías.
Hubs, los buzones de Amazon para recibir paquetes en casa
Los planes de Amazon pasarían por dejar de depender progresivamente de otras empresas para entregar sus envíos, mientras se dota de su propia flota de vehículos de reparto para llegar a todo el territorio de Estados Unidos (está previsto que el proyecto piloto se inicie en la ciudad de Los Ángeles), e incluso pasando a dar servicio a otras compañías de e-commerce. “Amazon planea ganar en precio a UPS y FedEx, aunque la estructura exacta que utilizará para conseguirlo, no está clara”, avisa el WSJ.
Nada se sabe de sus planes para extender su presencia más allá de las fronteras estadounidenses, pero si la idea sale bien al otro lado del Atlántico nada hace pensar que no puedan extender el modelo en el futuro.
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