Si te encuentras trabajando en un ambiente de trabajo tóxico, alimentado por un mal jefe y gradualmente te has dado cuenta de que los asuntos de la oficina son la prioridad absoluta en tu vida, puede que sea hora de que te plantees renunciar a tu puesto.
Eso si, mientras que es fundamental saber cuándo y cómo dejar tu trabajo, es aún más importante si saber que realmente puedes permitírtelo en atención a tus ahorros.
¿Odias tu trabajo y no sabes qué hacer? Esto te ayudará
Por ello, antes de renunciar a tu puesto de trabajo es aconsejable seguir estos 4 pasos para si estás preparado económicamente para estar desempleado:
Calcula tus gastos
Antes de dejar un trabajo es importante saber con certeza cuánto dinero nos gastamos al mes. Determina en cuánto y en qué inviertes tu dinero; después, calcula exactamente cuánto dinero ganas.
Decide en qué gastos podrías recortar para ahorrar cada mes y hacer que dejar tu trabajo pueda ser una realidad.
También es aconsejable comenzar a ahorrar aunque no tengamos previsto renunciar a nuestro trabajo. Comienza a meter 100 euros mensuales (o lo que puedas), en una cuenta. Nunca se sabe, mejor prevenir que curar.
Encuentra maneras de obtener ingresos cuando ya no percibas tu sueldo
Aunque hayas tomado las precauciones descritas en el paso anterior, el mero hecho de que tengas ahorros no implica que puedas relajarte durante 3 o 6 meses sin obtener ningún tipo de ingreso.
Para ganar algo de dinero no tienes porque trabajar; si lo prefieres, piensa en otras opciones que no exijan el mismo grado de compromiso. Por ejemplo, vende pertenencias que a no utilices, inscríbete a encuestas remuneradas, o incluso participa en pruebas piloto de páginas web. Incluso hay maneras de ganar dinero mientras duermes.
Así, asegúrate de no gastar dinero en cosas superfluas, como suscripciones a servicios que ya no uses, y nunca vayas al supermercado sin agotar los productos de tu despensa antes.
Si quieres tomarte tu tiempo para decidir a donde dirigirte con tu carrera profesional, o incluso tu plan es tomarte un año sabático, siempre puedes alquilar una de tus habitaciones en Airbnb. En caso de que quieras viajar plantéate alquilar toda tu casa o hacer un intercambio con alguien en el país a donde te dirijas.
Anticípate a lo inesperado
Hay gastos que están fuera de nuestro control, y es que las desgracias ocurren y en ocasiones son inevitables. Es importante tener ahorros para los casos de emergencia. Imagínate que a la semana de dejar tu trabajo te empiezan a doler las muelas y tienes que vaciar todos tus ahorros en una operación en el dentista.
Por ello, tener sólo una cuenta de ahorros no es suficiente. Tienes que tener fondos para afrontar tus gastos diarios, y además una cuenta únicamente destinada a emergencias con un valor equivalente a de 3 a 6 meses de gastos.
Piensa en el futuro
Ten en cuenta de que en ningún caso podrás recurrir a los ahorros para tu jubilación. Recuerda que ese dinero es para el futuro, cuando no tengas capacidad para seguir trabajando y por lo tanto será tu única fuente de ingresos.
Puede parecer dinero ahorrar a corto y largo plazo, pero no puedes jugarle una mala pasada a tu ‘yo’ del futuro. Puede que te interese cosultar los trucos de los millenials para ahorrar para su jubilación.
Vía | CNBC
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