Steve Jobs, Mark Zuckerberg y David Ogilvy son algunos de los nombres más asociados al éxito en el mundo de la tecnología.
Su triunfo ha sido atribuido a la suerte, a la mala praxis o al trabajo duro y, sin embargo, los tres coinciden en una filosofía de trabajo clave: es vital contratar a la mejor gente posible.
5 poderosas lecciones de liderazgo que aprender de Steve Jobs y Elon Musk
Tanto las startups como los grupos de inversión gastan mucho tiempo y dinero invirtiendo en grandes proyectos, pero lo cierto es que hay compañías que cuentan con más becarios o trabajadores temporales entre sus empleados que con miembros de plantilla.
Y ojo, la clave no está en hacer mejor las entrevistas de trabajo. Hay una serie de trucos que te permitirán prepararte mentalmente para hacer las mejores contrataciones.
1. Sube tus expectativas
Cuando bajas las expectativas, mandas el mensaje de que “cualquiera vale”. ¿Prefieres que los posibles interesados consideren tu empresa un reto, o que se “conformen” con ella?
2. Vende los proyectos
A la gente excepcional le gusta trabajar en proyectos excepcionales. Asegúrate de vender lo mejor posible las ideas en las que quieres que trabajen tus “talentos”, y explícaselas como se las contarías a un posible inversor.
3. Pregunta qué quieren ellos
La primera regla de las ventas es escuchar. Para influenciar a gente interesante, asegúrate de saber primero qué les interesa a ellos.
4. Admite tus debilidades
Explica tus debilidades con confianza. Es clave para el proceso de “seducción”, y si no se les da bien lo que a ti se te da mal, tendrás un problema.
5. Explica tus fortalezas
Las mejores talentos nunca están satisfechos, y siempre quieren seguir formándose. ¿Qué puedes ofrecerles tú?
6. Facilita el “sí” todo lo posible
No tengas miedo de involucrar a empresas especializadas para que te ayuden en la selección de personal. Tampoco tengas miedo a hacer pasar “pruebas” a tus candidatos.
7. Pon un cebo goloso
8. No temas parecer interesado
Hazle saber al candidato que contratarlo es tu prioridad. El enfoque “ya veremos lo que pasa” es perezoso, y te hará quedar como un mediocre.
9. Si todo falla, averigua por qué
Cada metida de pata es una oportunidad para aprender. No temas preguntar qué ha ido mal o averiguar por qué han dicho que no.
Vía | Inc
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