El largo litigio que enfrenta al gigante de los procesadores Intel con la Unión Europea ha dado un giro cuanto menos interesante. En 2009, la compañía que ahora dirige Brian Krzanich fue multada con nada menos que 1.060 millones de euros por prácticas contrarias a la competencia que tendrían como objetivo echar a AMD, su gran rival, del mercado.
Para ello, Intel habría ofrecido descuentos desproporcionados a los principales fabricantes de PC a escala mundial (como Dell, HP o Lenovo) a cambio de que equiparan sus chips en lugar de los de AMD. Intel siempre ha rechazado que sus políticas comerciales fueran ilegales, por lo que recurrió la decisión de los órganos comunitarios en varias ocasiones. Y la suerte le ha sonreído en la última de estas revisiones, conocida hoy.
Los beneficios semestrales de Intel alcanzan los 5.772 millones, un 71% más
Siguiendo las recomendaciones del asesor judicial independiente Nils Wahl –como ya comentamos en TICbeat-, el Tribunal de Justicia Europeo ha dado luz verde a revisar las apelaciones de Intel contra la multimillonaria sanción. Una medida que supondrá alargar todavía más este caso, en tanto que ambas partes podrán apelar la nueva sentencia que salga de este tribunal general al que ahora se deriva el tema.
Esta decisión no solo supone una victoria muy relevante para Intel, sino que siembra dudas sobre la legitimidad de la dura postura que la Unión Europea ha mantenido contra las grandes multinacionales norteamericanas por sus supuestas conductas monopolísticas. Recordemos sin ir más lejos la reciente sanción de récord contra Google (2.420 millones de euros, que se dice pronto) por su servicio de compras online o la persecución que la Comisión tiene en marcha contra Qualcomm por haber presionado a distintos fabricantes para usar sus chips de forma exclusiva.
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