El mercado de la electrónica de consumo se ha desacelerado en los últimos años, casi en paralelo a una tecnología cuyo ciclo de innovación se ha estacando de forma notoria. No es ningún secreto que los ciclos de actualización de los ordenadores portátiles son cada vez más largos o que el interés de la gente en los nuevos smartphones se está desvaneciendo a medida que los modelos de nuevo cuño no presentan novedades de relevancia.
Tanto es así que, la semana pasada, cuatro proveedores de componentes en tres continentes diferentes redujeron sus pronósticos de ingresos para el próximo curso ante la débil demanda. Y, ahora, es el gigante Foxconn el que vuelve a dar señales de alarma, con previsiones de despidos masivos ante este contexto tan adverso.
Disturbios en una de las fábricas de Foxconn
En concreto, Foxconn (que produce las pantallas para el iPhone de Apple, entre otros elementos) ha explicado en un memorándum interno que la caída de la demanda a escala global le obliga a reconsiderar su estructura productiva. En total, hablamos de recortes por valor de 20.000 millones de yuanes (unos 2.500 millones de euros) que se materializarán en el despido del 10% de su personal no técnico.
“La revisión que lleva a cabo nuestro equipo este año no es diferente de los ejercicios similares realizados en años anteriores”, ha confirmado Foxconn a Bloomberg. “Estos planes están diseñados para garantizar que los equipos y presupuestos de la compañía estén alineados con las necesidades actuales y anticipadas de nuestros clientes, nuestras operaciones globales y los desafíos económicos y de mercado del próximo año o dos”.