Mucho se habla de la marca personal que los profesional han de inculcar a la hora de afrontar un proceso de selección para un nuevo trabajo: casi vale lo mismo lo que vale un empleado como la forma que tiene de demostrarlo y hacerlo visible a los demás. Pero quizás no se habla tanto de cómo influye la reputación y la imagen del reclutador en ese mismo proceso.
No en vano, una marca del empleador fuerte puede ser una gran herramienta para captar el mejor talento. Para ello, se necesita que la persona a cargo del proceso de selección sea capaz de encarnar los valores, la historia, la misión y la cultura de la compañía, transmitiéndola de forma nítida a los candidatos. Una gran estrategia que combina recursos humanos, comunicación corporativa y marketing con la misión de convencer a los mejores profesionales de que el lugar idóneo para desarrollar su carrera es nuestra empresa.
Se trata, en cierto modo, de invertir los papeles en la entrevista de trabajo y hacer que el responsable de RRHH tenga que hacer una suerte de ‘elevator pitch’ con el que, de forma corta y simple, pueda enganchar al candidato y describirle de forma memorable los beneficios de la empresa. Un tono perfecto para comunicar todo el contenido posible sobre el funcionamiento, las ventajas y las oportunidades -tanto laborales como personales- que se le abrirán al trabajador si decide fichar por nosotros.
Nada mejor que ejemplos reales
Y mucho mejor que hablar y hablar sobre las bondades de nuestra compañía es dejar que los ejemplos reales hablen por nosotros. Para ello, los expertos recomiendan promover las historias de los mejores empleados al hacerlo, de modo que se muestren los detalles más atractivos de nuestra cultura corporativa al mismo tiempo que se dota de un toque humano ala empresa. En ese sentido, cabe pedir a los empleados de varios departamentos que cuenten sus historias para que los posibles candidatos puedan imaginarse trabajando en estos roles y obtener una idea de cómo sería “un día en la vida de…”.
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Pero nuestros actuales trabajadores no solo servirán para reforzar el mensaje del ’employeer’, sino también para darle pistas de lo que funciona y de lo que no a la hora de convencer y llegar de verdad al candidato. Así pues, los empleados pueden proporcionar a los responsables de RRHH pistas de lo que los nuevos profesionales pueden requerir, de cuál es la imagen honesta y positiva de la firma. Una pregunta muy simple nos ayudaría muchísimo a preparar esta clase de procesos: “¿Qué le dirías a un amigo sobre cómo es trabajar aquí?”
Contenidos audiovisuales
Si bien el boca a boca es útil, las imágenes son extremadamente valiosas. Es fácil compartir eventos interesantes y fotos de los empleados para ofrecer una visión “entre bastidores” y mostrar la verdadera personalidad de nuestra marca. Además, las fotografías son una fuente de interacción social y son fáciles de compartir en varias plataformas de redes sociales.
Por otro lado, el uso de vídeo nos permite mostrar la historia de la compañía y sus empleados de forma muy dinámica. Todos podemos contar historias pero mostrarlas realmente nos permite reflejar la cultura de la empresa. Es una manera honesta de demostrar que practicas lo que predicas, rezan los expertos.
En redes sociales
Pero no debemos olvidarnos de otro punto esencial: los candidatos están presentes en Facebook, Twitter, LinkedIn, Snapchat e incluso Google +. Estas son plataformas de bajo coste que nos pueden ayudar a promocionar nuestra marca como empleadores y un lugar fácil para divulgar la cultura de la empresa, así que una estrategia en estas lides con el fin de llegar a nuevas audiencias puede ser una gran idea.
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