El año pasado mencionábamos a Theranos entre los integrantes de la lista de mayores ‘unicornios’ (startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares) del mundo. Esta compañía, que llegó a estar valorada en 9.000 millones de dólares, encandiló a medios e inversores de todo el mundo prometiendo revolucionar los análisis hematológicos gracias a una tecnología propia que permitía realizarlos a partir de tan sólo una gota de sangre.
Sin embargo, meses antes de esa inclusión en la lista Fortune, unas informaciones publicadas en The Wall Street Journal habían empezado a poner en tela de juicio la validez de su tecnología. A partir de eso, todo ha ido cuesta abajo para la prometedora startup y para su carismática fundadora y ex-CEO, Elizabeth Holmes (34 años).
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Holmes, que no hace tanto era considerada una de las “jóvenes promesas” de Silicon Valley, se ha visto obligada a ceder el control de la compañía (de hecho, no podrá volver a dirigir ninguna otra durante la próxima década), a pagar una multa de medio millón de dólares y a devolver 18,9 millones de acciones después de que el regulador financiero de EE.UU denunciara que esta joven emprendedora había organizado una trama para recaudar 750 millones de dólares engañando a los inversores.
Pero las cosas pueden ir ahora mucho peor para ella, tras los nueve cargos por fraude y dos por conspiración presentados contra ella por el Departamento de Justicia estadounidense, que podrían conducirle a prisión durante 20 años.
La justicia también acusa a Ramesh Balwani, quien fuera director de operaciones y presidente de la compañía durante el periodo de tiempo en el que se llevó a cabo la estafa a los inversores (entre los que destacan nombres como el fundador de Oracle, Larry Ellison, y el de la Fox, Rupert Murdoch), recurriendo a información falsa y a tecnología de compañías rivales para convencerles de la validez de su aparentemente revolucionaria tecnología de análisis de sangre.
Vía | El País
Imagen | Deputy Secretary of Defense Patrick M. Shanahan