Hace escasas semanas supimos que Tesla superaba en valor bursátil a un fabricante de vehículos mastodóntico y centenario como Ford, que multiplica por 30 las ventas de la empresa que dirige Elon Musk. Una noticia que seguro sorprendió a muchos y que despertó el escepticismo de otros tantos.
Aunque han pasado días de aquello, y la bolsa ya sabemos que fluctúa, el panorama actual no ha cambiado demasiado (las acciones de Tesla se sitúan en los 300 dólares mientras que las de Ford valen entorno a 10). De modo que no se puede hablar de un episodio aislado y el fabricante estadounidense de coches empieza a navegar por aguas turbulentas.
La primera consecuencia ha sido el despido de su anterior CEO, Mark Fields, por Jim Hackett, con mayor experiencia en el sector tecnológico y un enfoque más actualizado de la industria automovilística.
Pero para entender cómo un fabricante como Ford, que vende millones de coches al año, se está viendo amenaza por una empresa, Tesla, cuyo business core no son los vehículos y que apenas prevee distribuir este año unos 80.000 modelos, hay que consultar a los expertos en bolsa e inversión, como John Wasik.
Es obvio que en el mercado bursátil influyen importantes dosis de irracionalidad, y que Tesla (y el propio Musk) levantan entusiasmo en cada cosa que hacen, pero el valor al alza de sus acciones no responde sólo a la expectación de un puñado de fans.
Wasik escribe en su artículo de Forbes que la bolsa americana refleja las miras de los inversores sobre la industria automotriz de la próxima década, y no tanto lo que se está desarrollando en la actualidad. En estos años va a experimentar una transformación similar a la que trajo Ford con su cadena de montaje, pero ahora impulsada por la inteligencia artificial y el coche autónomo, de los que Tesla es valedora principal.
Tesla vale más que general motors y ya es el mayor fabricante de coches de EE.UU.
En su opinión, poner una cara nueva al frente de la compañía no es lo que están pidiendo los inversores de Ford. Estos echan en falta otros elementos:
- Una nueva plataforma: el valor añadido y diferencial de Tesla no son sus baterías ni la eficiencia energética, sino su software operativo, que se descarga de forma inalámbrica y a través de Internet.
- Mejorar el el valor de la marca: una marca no es un logo ni los productos o servicios que vende, es un conjunto de significados y valores Tesla se ha convertido en una marca robusta en poco tiempo porque ha sido capaz de trasladar su filosofía y personalidad a todo cuanto hace, por variopinto que sea (de ahí la supresión de “Motors” del nombre). En cambio Ford es coches y furgonetas, nada más.
- Más integración tecnológica. Por eso el fichaje de Hackett, del que se esperan propuestas innovadoras.
- Cambiar el concepto de “coche”: para la sociedad un vehículo no es sólo un medio de transporte. A medida que se vuelve mas tecnológico, los usuarios esperan poder hacer con él muchas más cosas y además quieren que sea eficiente y respete el medio ambiente.
Recurso | BGR
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