Había mucha expectación por conocer los resultados financieros de la empresa de Jeff Bezos en este primer trimestre de 2015, ya que es la primera ocasión en que Amazon facilita datos concretos acerca de la facturación de Amazon Web Services, su unidad cloud.
En general podría decirse que ha sido un período agridulce para Amazon. No en vano, durante estos tres primeros meses del año, la multinacional ha aumentado sus ventas un 15%, hasta los 22.717 millones de dólares. Ello ha permitido arrojar un beneficio operativo también al alza, concretamente un 74% mayor que el pasado año, ascendiendo a nada menos que 255 millones en este período.
Sin embargo, gastos extraordinarios (principalmente recompensas a empleados y directivos con acciones de la compañía –valoradas en 407 millones–) acaban por lastrar el resultado neto, que termina en números rojos: 57 millones de dólares de pérdidas en este primer trimestre de 2015.
Aceptables datos para EEUU, mal rendimiento de la división internacional
Por área de negocio, Amazon obtiene buenos datos tanto en la región norteamericana como en Amazon Web Services, no así en su filial internacional, que arroja pérdidas sustanciales y es la única pata que no termina despunta en las cuentas de la compañía.
Así, la parte minorista (que engloba dispositivos, lectura y comercio online) en EEUU aumentó sus ventas un 24%, hasta alcanzar los 13.406 millones de dólares en facturación. Sin embargo, sus beneficios operativos sí se ven reducidos, bajando de los 517 millones ganados en 2014 a casi la mitad: 290 millones de dólares.
Peor le ha ido al área internacional de la compañía. Y es que las ventas de Amazon en todo el resto del mundo han caído un 2%, quedándose en torno a los 7.745 millones de dólares. Un descenso que no hace sino agravar las pérdidas que esta unidad ya presentó en el mismo período de 2014, pasando de unas pérdidas de 33 millones a más de 76 millones en este 2015.
Amazon Web Services supone ya el 37% de los beneficios del grupo
La división de servicios cloud de Amazon no destaca especialmente por su facturación dentro de la multinacional que preside Jeff Bezos (apenas reporta el 6,8% de sus ingresos, ya que la parte de comercio minorista mueve ingentes cantidades a diario que el mercado B2B no puede alcanzar) pero sí por sus márgenes, ya que suponen el 37,5% de los beneficios netos de Amazon durante este primer trimestre del año.
En concreto, las ventas de servicios en AWS aumentaron un 49% respecto al mismo período del año anterior, ascendiendo a unos 1.566 millones de dólares. Un resultado que permite a esta división unos beneficios netos de 265 millones de dólares, por encima de los 245 millones que anotó Amazon el pasado curso.
Siguiendo esta premisa y en base a lo que el propio Bezos afirmó durante la presentación de resultados, Amazon Web Services facturaría en torno a los 5.000 millones de dólares anuales, lo que confirma a esta plataforma como uno de los principales actores cloud de la actualidad, no sólo ya a nivel técnico o de número de clientes sino también de resultados económicos.
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