Si recientemente nos hacíamos eco de los incendios que sacuden al Amazonas o la taiga siberiana, agravando el cambio climático y poniendo en peligro a numerosas especies animales y vegetales, hoy toca hablar de un destructivo fenómeno que está aconteciendo en Indonesia, poniendo en peligro el hábitat natural del orangután de Borneo o causando estragos ecológicos en la flora del sudeste asiático.
El cielo durante estas semanas en el país indonesio se ha teñido de rojo sangre, algo que metafóricamente describe muy bien el daño fatal que la industria del aceite de palma -del que se nutren empresas como Frigo, Nestlé, Kellogg´s, Burger King, McDonalds, Colgate, Starbucks o Unilever- está ocasionando en estos ecosistemas.
Siberia arde, Groenlandia se derrite y el Amazonas se quema
Desde el 19 de septiembre la calina inunda los cielos, originada por la quema indiscriminada de porciones de selva tropical virgen. Los pequeños y medianos productores agrícolas emplean este método para limpiar porciones de tierra de forma indiscriminada y lógicamente perjudicial. Una técnica de quema que también ha propiciado que gran parte de África haya ardido durante este verano.
Este fenómeno meteorológico consiste en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena en suspensión. Se considera de tipo B cuando surge por fenómenos como incendios forestales u otros eventos de carácter contaminante. En la siguiente fotografía puedes apreciar un ejemplo de la catástrofe.
El gobierno de Singapur muestra en esta plataforma web los niveles de calina y la calidad del aire en Singapur y sus alrededores. Aunque la capital se encuentra a cerca de 300 kilómetros de Jambi, la mala calidad de aire se extiende a todo el territorio. Por su parte Jambi tiene niveles insalubres en la actualidad. Puedes consultar en Reuters una completa serie de gráficos interactivos sobre el incendio en Indonesia.
Imágenes | National Geographic/Red Climática Mundial
Fuente | Anfrix