La industria de los drones sigue con su imparable ascenso, a la espera del verdadero despegue previsto para este año con la entrada en vigor de nuevas normativas más permisivas. Sin ir más lejos, este 2017 se venderán casi tres millones de aeronaves no tripuladas, incluyendo tanto drones personales como comerciales, un 39% más que el año anterior.
Así lo adelanta la firma de análisis Gartner en un informe en el que también se recoge un crecimiento del 34% en la facturación de este mercado para el presente curso, con 6.000 millones de dólares en ingresos previstos. Cifra espectacular pero que todavía es muy pequeña en comparación con los 11.200 millones estimados en 2020.
Cómo los drones cambiarán el mundo en los próximos 5 años
Por segmentos, los drones personales seguirán incrementando su popularidad como una extensión asequible de los smartphones para tomar fotografías y selfies o para otras opciones de entretenimiento, como juegos o competiciones de velocidad. Hablamos de drones con escasa autonomía de vuelo (1 hora), una altura máxima de 500 metros, un peso inferior a los 2 kilogramos y precios muy por debajo de los 5.000 dólares.
Por el contrario, las aeronaves no tripuladas con fines comerciales representan un segmento de negocio mucho más pequeño, si bien el precio medio de cada dispositivo es mucho mayor. Para muestra un botón: apenas un 1% de los drones profesionales que se venderán en 2020 se dedicarán a la entrega de objetos a domicilio, uno de los casos de uso más comentados en los últimos meses; muy lejos todavía del ámbito agrícola (principal motor comercial de los drones), con una cuota de mercado del 7%.
Eso sí, en el segmento profesional veremos importantes cambios de cara a 2020, motivados principalmente por el auge de los drones aplicados a las inspecciones industriales en instalaciones energéticas, petrolíferas o de transporte. No en vano, este segmento copará hasta el 30% del mercado de aeronaves no tripuladas comerciales cuando acabe la década.