Constantemente nos inculcan la importancia de beber la suficiente agua al día entre los hábitos más saludables que debemos incorporar a nuestra rutina. Sin embargo, y aunque la cantidad normalmente recomendada sea de dos litros diarios, cada cuerpo es diferente y según las características físicas o la actividad que lleve a cabo, cada individuo precisará ingerir una dosis u otra de líquidos.
Un wearable que te indica cuando debes beber agua
Ahora, la tecnología se ha aliado de nuevo con la ciencia para solventar el problema de la deshidratación. Un equipo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte ha desarrollado un sensor inalámbrico portátil de hidratación que podrá indicar a cada usuario lo sediento que se encuentre mediante un parche adhesivo en el pecho o un dispositivo en la muñeca.
Así, ya sea por trabajo o por ocio, este wearable es idóneo para conocer la cantidad de agua que debes consumir. Su diseño obedece al propósito de indicarte en qué momento podrías necesitar agua, debido a tu calor corporal o estrés, algunos de los principales indicadores de la deshidratación.
Los biosensores wearables pueden avisarnos de que estamos enfermando
“Es difícil medir cuantitativamente la hidratación de una persona, lo que es relevante para todos, desde el personal militar hasta los atletas y los bomberos, que corren el riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el estrés térmico durante el entrenamiento o durante el trabajo”, explicó el investigador y co-autor del estudio John Muth.
Asi, el dispositivo es capaz de rastrear y monitorizar el nivel de hidratación de la piel de un individuo en tiempo real, pudiendo optimizar el rendimiento atlético de los deportistas o usarse para realizar seguimientos eficaces de los segmentos de población más propensos a sufrir deshidrataciones, como las personas mayores. Según indicó su investigador Yong Zhu, también se podría usar “para definir cómo las cremas hidratantes para la piel son eficaces para nuestro organismo”.
Como se muestra en la presente imagen, el wearable funciona con dos electrodos que monitorizan la actividad eléctrica de la piel, valiéndose de un material que contiene nanocables de plata. Los pequeños sensores desarrollados por sus creadores ofrecen el mismo funcionamiento que otros que se emplean en la actualidad para detectar la hidratación, de mayor tamaño y complejidad.
Otras de sus principales ventajas son su conectividad Bluetooth y su completa tecnología de monitorización que permitirán que los datos recogidos por el wearable puedan enviarse de forma inalámbrica a otros dispositivos de seguimiento.
Puedes informarte a fondo sobre el proyecto completo en el siguiente artículo de su co-autor John Muth.
Imágenes | SHANSHAN YAO/NC STATE UNIVERSITY
Vía | Mashable